Hiperlipidemia es definida como elevación de la concentración sanguínea de colesterol total en ayunas o incremento de triglicéridos o elevada concentración de ambos. Puesto que no son solubles en la sangre, necesitan ser transportados en partículas conocidas como lipoproteínas. Por esta razón los tipos de hiperlipidemias están basados en las anormalidades de las lipoproteínas.
Lipoproteínas plasmáticas
Quilomicrones son transportadores de triglicéridos de la dieta
Lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) transportan triglicéridos sintetizados en el hígado
Lipoproteínas de densidad baja e intermedia (LDL –IDL) son partículas ricas en colesterol
Lipoproteínas de alta densidad (HDL) son partículas ricas en colesterol que transportan colesterol hacia el hígado para desechar o reciclar. Intervienen como protectoras.
La medicina preventiva actual considera que el diagnóstico y manejo de las hiperlipidemias es una vía importante para prevenir enfermedades cardiovasculares ya que ha sido bien establecida en numerosos estudios la asociación existente entre hiperlipidemias y enfermedad cardiovascular.
Otros factores de riesgo importantes para ECV comprenden diabetes, hipertensión, obesidad, estilo de vida sedentario, tabaquismo, alcoholismo, historia familiar, menopausia y edad avanzada.
Recomendaciones para la realización del perfil de lípidos en sangre
Hombres de 35 años y mayores si no presentan otros factores de riesgo coronario
Hombres de 20 a 35 años si presentan riesgo incrementado de enfermedad coronaria
Mujeres de 45 años y mayores si no presentan otros factores de riesgo coronario
Mujeres de 20 a 45 años si presentan riesgo incrementado de enfermedad coronaria
El perfil de lípidos comprende la determinación de:
Colesterol total, LDL colesterol, HDL colesterol y Triglicéridos más el cálculo de índices de riesgo.
Para una exploración más amplia de riesgo cardiovascular se recomienda agregar:
Lipoproteína(a), Lipoproteinas A1 y B, Insulina, Homocysteina, Fibrinógeno, Proteína C reactiva.